En su caballo metálico la hermosa princesa cruza los caminos pavimentados, a un costado la polvorienta y cataclismica ciudad con congestionadas avenidas y negras nubes, envolviendo a los habitantes en una cúpula de espeso aire contaminado, donde se desplazaban como entes con energía insuficiente para terminar un día.
Ella tenía una dulzura floreciente, una cara angelical que despertaba simpatía inmediata, pero sin reconocerlo estaba su alma contaminada. Sus pensamientos dulces estaban enclaustrados tras los metálicos encantamientos de una malvada hechicera llamada indecisión, la hermosa princesa sabia de sus grandes poderes, conocía de su existencia, sentía el peso de sus hechizos sobre su cuerpo, sin embargo no calculaba cuanto poder ella había ejercido en su corazón durante los últimos años.
Los días de la hermosa princesa pasaban agitados sobre su poderoso corcel, dominaba los tiempos del éxito, pero detenida en sus silencios en los minutos que su alma descansaba y su cuerpo descendía de la rápida existencia, reconocía que la poderosa bruja había empezado a apoderarse de ella,
Había un mundo extraño que anhelaba su alma y que se escapaba con los minutos que se llevaban su vida en una cotidianeidad que la atormentaba. En su pecho la sensación de no crear, de no continuar su existencia en el rostro de una nueva princesita sacada de su vientre, era su sueño acariciarla, cuidarla cuando escapara de ella, y regalonearla con los mágicos vestidos que las costureras de las grandes tiendas, exhibían para engalanar a las doncellas mas pequeñas, tiernas y uras de aquellos reinos.
Cuando los días parecían pasar y la hechicera indecisión comenzaba a envolver su alma con metales contorneados, forjados con silenciosos sentimientos, cruzo los pórticos con capturadotes electrónicos hacia un nuevo destino, el llamado de un antiguo rey se escucho en su teléfono celular, un rey que conoció en años anteriores, cuando su juventud encantaba todos los lugares que visitaba.
Masas humanas construían caminos con maquinarias automatizadas y sus encantos adornaban aquellas cuevas controladas con el confort de la climatización y selectos individuos pensantes depositaban su humanidad sobre sillones de cuero.
Ella entraba con su caminar seguro despertando en ellos las mas ambiciosa sensación de depositar un trozo de amor en su corazón, pero ella mantenía la distancia con su escudo empuñado y la espada de la indiferencia al frente de sus conversaciones. Ella tenía habilidad para defenderse, conocía los estereotipos de cuanto individuo se desempeñaba en esos mundos de construcción y destrucción.
Los sueños de la princesa se realizarían en el momento mas extraño de su existencia, y con el mas extraño ser que su alma imagino, en aquel lugar escondido en un mundo cibernético, había un habitante desconocido, medio muerto en vida y la otra mitad muerta en palabras que a escondida trataba de descifrar los encantamientos de otra poderosa hechicera llamada angustia. El príncipe buscaba la manera de vencer a la malvada hechicera buscando las palabras que produjeron las cadenas que lo tenían atado a una existencia sin grandes esperanzas. Tenía el conocimiento, no buscaba mecanismos para evadir sus temores, enfrentaba la realidad del encantamiento buscando la verdad, esa que debía sacarlo del poder de la hechicera angustia, pero mientras más buscaba, sus palabras se volvían más tristes y ellas lo introducían en su poder.
Cuando la hermosa princesa llego a las cuevas donde los gestores realizaban sus labores, un tumulto se acerco a ella, algunos se interrumpían tratando de mantener un dialogo amigable, el príncipe estaba muy cerca, le miro y reconoció los inicios de sus encantamientos, pero ella se sentía atropellada por las imágenes aceleradas que cada gestor gesticulaba, no pudo mirar su interior, tampoco reconoció que aquel príncipe estaba bajo el encantamiento de una hechicera aun mas poderosa que la propia.
Los dioses vieron a aquellos príncipes atormentados, y en conjunto planificaron la ayuda necesaria para encontrarlos en el mundo de la oscuridad.
Los dioses buscan a los iluminados, los que despiertan de la irrealidad y buscan el sentido de la existencia, los que quieren y reconocen la escasez del néctar del mayor creador del universo, universo creado con amor, por amor y para que los seres existan por las eternidades gobernados con su esencia.
Como en el concilio celestial pensaban en armonía a quien enviar, si al ángel del conocimiento, quizás al del entendimiento, o al de la pasión, divulgaba cada uno su propia idea en concilio cuando una voz interna mutua los envolvió, en los concilio de los iluminados existe la voz del alma, la que sabe que hacer, la que los hace sellar con total seguridad que los acuerdos están sellados con la firma del éxito.
Ese día el ángel de la amistad descendió de las cortes celestiales y visito a la princesa y al príncipe durante largas horas, ellos sin sentir que los dioses les habían elegido y confiado en ellos,
Comenzaron a entablar conversaciones mutuas por razones laborales, luego ellas pasaron a ser personales, y terminaron por convertirse mutuamente en seres necesitados, las poderosas hechiceras comenzaron a perder su poder cuando los príncipes descubrieron un sentido.
Ambos abrieron sus pechos y descargaron sus verdades sin temores, cada cual se liberaron de antiguas cadenas que arrastraban y sintieron el descanso de compartir las angustias, de sentir el apoyo emocional de un ser tan necesitado como la propia alma, y descuidando sus defensas, el ángel de la amistad traía debajo de sus alas unas gotas de amor.
Los poderes de las hechiceras inseguridad y angustia, comenzaron a desaparecer, en realidad el poder de ellas nunca fue tal, ambos príncipes se habían resignado a entregar sus vidas sin levantar el estandarte de la esperanza y el valor, las hechiceras no tenían mas poder que el que ellos le otorgaron, y así como lo entregaron terminaron por quitárselo, los dioses miraron complacidos a un par mas de seres que despiertan a una vida plena, no habían aportado mucho, solo la suficiente amistad como para responderse mutuamente, apoyarse y sentir que la verdad los iría despertando poco a poco, hasta que se enamoraran de sus realidades y terminaran preocupados de hacer realidad los sueños mutuos.
En el mismo mundo cataclismico la princesa cabalgaba en su corcel de metal, aun en el mismo mundo oscuro y competitivo, el príncipe encerrado en cuatro paredes gestionando, conectado al mundo con la tecnología.
Ahora sabiendo y sintiendo en sus corazones que ya no estaban solos, que los besos de amor los atraían, que los problemas no estaban extintos de sus vidas, que millones de hechiceras rondaban ese oscuro mundo sin mas poder que el que ellos quisieran otorgarles.
Los cuentos de hadas terminan diciendo: y fueron felices para siempre, este es mas real, el mundo frió y contaminado es nuestro propio mundo, las hechiceras son todas las fuerzas emocionales que nos debilitan día tras día, los dioses son aquellos reales o irreales que nos hacen tener fe y esperanza cuando se pierden las propias, la princesa y el príncipe son seres tan reales como todos los entes que caminan sin control por sus vidas, en el fondo todos somos lo que deseemos ser, y que antes de sentir y vivir rodeado de amor, se debe experimentar la amistad en toda su plenitud.
Estos príncipes aun no son felices, hay muchos caminos pedregosos por recorrer, quizás nunca lo sean completamente como dice en los cuentos de hadas, pero tienen la esperanza mutua y la fe suficiente para mirar este mundo con colores abundantes, y entienden que la amistad deposito en sus corazones la mutua necesidad de creer y saber, que el amor existe quizás en el rincón mas empobrecido, o sobre la riqueza mas abultada, y que solo hay que mirar con los ojos de la verdad, aquella que cura heridas, aquella que da sentido, aquella que nunca dejara de ser mas importante y mejor, para rescatar un alma de los hechizos mas extraños.
Esa tarde la princesa en su corcel cruzara con su corazón acelerado por llegar a los brazos de su príncipe, el ansioso de tomarla entre sus brazos, para continuar fortaleciendo la amistad, para continuar alimentando el amor, para sentir que existe un ser no idéntico, pero si que sabe comunicarse, que las metas comunes se empiezan a forma con tiempo, y que después de construir las primeras barreras contra las tormentas, mutuamente se ofrecen la lealtad mas absoluta, para proteger la felicidad de quien la merece, los seres que creen y buscan el amor…
Y SERAN TAN FELICES COMO LOGREN SERLO, POR QUE AMBOS SON LOS UNICOS RESPONSABLES DE SU FELICIDAD.
SOLO PUEDES DAR FELICIDAD, SI LA TIENES, NADIE DA DE LO QUE NO TIENE
Ella tenía una dulzura floreciente, una cara angelical que despertaba simpatía inmediata, pero sin reconocerlo estaba su alma contaminada. Sus pensamientos dulces estaban enclaustrados tras los metálicos encantamientos de una malvada hechicera llamada indecisión, la hermosa princesa sabia de sus grandes poderes, conocía de su existencia, sentía el peso de sus hechizos sobre su cuerpo, sin embargo no calculaba cuanto poder ella había ejercido en su corazón durante los últimos años.
Los días de la hermosa princesa pasaban agitados sobre su poderoso corcel, dominaba los tiempos del éxito, pero detenida en sus silencios en los minutos que su alma descansaba y su cuerpo descendía de la rápida existencia, reconocía que la poderosa bruja había empezado a apoderarse de ella,
Había un mundo extraño que anhelaba su alma y que se escapaba con los minutos que se llevaban su vida en una cotidianeidad que la atormentaba. En su pecho la sensación de no crear, de no continuar su existencia en el rostro de una nueva princesita sacada de su vientre, era su sueño acariciarla, cuidarla cuando escapara de ella, y regalonearla con los mágicos vestidos que las costureras de las grandes tiendas, exhibían para engalanar a las doncellas mas pequeñas, tiernas y uras de aquellos reinos.
Cuando los días parecían pasar y la hechicera indecisión comenzaba a envolver su alma con metales contorneados, forjados con silenciosos sentimientos, cruzo los pórticos con capturadotes electrónicos hacia un nuevo destino, el llamado de un antiguo rey se escucho en su teléfono celular, un rey que conoció en años anteriores, cuando su juventud encantaba todos los lugares que visitaba.
Masas humanas construían caminos con maquinarias automatizadas y sus encantos adornaban aquellas cuevas controladas con el confort de la climatización y selectos individuos pensantes depositaban su humanidad sobre sillones de cuero.
Ella entraba con su caminar seguro despertando en ellos las mas ambiciosa sensación de depositar un trozo de amor en su corazón, pero ella mantenía la distancia con su escudo empuñado y la espada de la indiferencia al frente de sus conversaciones. Ella tenía habilidad para defenderse, conocía los estereotipos de cuanto individuo se desempeñaba en esos mundos de construcción y destrucción.
Los sueños de la princesa se realizarían en el momento mas extraño de su existencia, y con el mas extraño ser que su alma imagino, en aquel lugar escondido en un mundo cibernético, había un habitante desconocido, medio muerto en vida y la otra mitad muerta en palabras que a escondida trataba de descifrar los encantamientos de otra poderosa hechicera llamada angustia. El príncipe buscaba la manera de vencer a la malvada hechicera buscando las palabras que produjeron las cadenas que lo tenían atado a una existencia sin grandes esperanzas. Tenía el conocimiento, no buscaba mecanismos para evadir sus temores, enfrentaba la realidad del encantamiento buscando la verdad, esa que debía sacarlo del poder de la hechicera angustia, pero mientras más buscaba, sus palabras se volvían más tristes y ellas lo introducían en su poder.
Cuando la hermosa princesa llego a las cuevas donde los gestores realizaban sus labores, un tumulto se acerco a ella, algunos se interrumpían tratando de mantener un dialogo amigable, el príncipe estaba muy cerca, le miro y reconoció los inicios de sus encantamientos, pero ella se sentía atropellada por las imágenes aceleradas que cada gestor gesticulaba, no pudo mirar su interior, tampoco reconoció que aquel príncipe estaba bajo el encantamiento de una hechicera aun mas poderosa que la propia.
Los dioses vieron a aquellos príncipes atormentados, y en conjunto planificaron la ayuda necesaria para encontrarlos en el mundo de la oscuridad.
Los dioses buscan a los iluminados, los que despiertan de la irrealidad y buscan el sentido de la existencia, los que quieren y reconocen la escasez del néctar del mayor creador del universo, universo creado con amor, por amor y para que los seres existan por las eternidades gobernados con su esencia.
Como en el concilio celestial pensaban en armonía a quien enviar, si al ángel del conocimiento, quizás al del entendimiento, o al de la pasión, divulgaba cada uno su propia idea en concilio cuando una voz interna mutua los envolvió, en los concilio de los iluminados existe la voz del alma, la que sabe que hacer, la que los hace sellar con total seguridad que los acuerdos están sellados con la firma del éxito.
Ese día el ángel de la amistad descendió de las cortes celestiales y visito a la princesa y al príncipe durante largas horas, ellos sin sentir que los dioses les habían elegido y confiado en ellos,
Comenzaron a entablar conversaciones mutuas por razones laborales, luego ellas pasaron a ser personales, y terminaron por convertirse mutuamente en seres necesitados, las poderosas hechiceras comenzaron a perder su poder cuando los príncipes descubrieron un sentido.
Ambos abrieron sus pechos y descargaron sus verdades sin temores, cada cual se liberaron de antiguas cadenas que arrastraban y sintieron el descanso de compartir las angustias, de sentir el apoyo emocional de un ser tan necesitado como la propia alma, y descuidando sus defensas, el ángel de la amistad traía debajo de sus alas unas gotas de amor.
Los poderes de las hechiceras inseguridad y angustia, comenzaron a desaparecer, en realidad el poder de ellas nunca fue tal, ambos príncipes se habían resignado a entregar sus vidas sin levantar el estandarte de la esperanza y el valor, las hechiceras no tenían mas poder que el que ellos le otorgaron, y así como lo entregaron terminaron por quitárselo, los dioses miraron complacidos a un par mas de seres que despiertan a una vida plena, no habían aportado mucho, solo la suficiente amistad como para responderse mutuamente, apoyarse y sentir que la verdad los iría despertando poco a poco, hasta que se enamoraran de sus realidades y terminaran preocupados de hacer realidad los sueños mutuos.
En el mismo mundo cataclismico la princesa cabalgaba en su corcel de metal, aun en el mismo mundo oscuro y competitivo, el príncipe encerrado en cuatro paredes gestionando, conectado al mundo con la tecnología.
Ahora sabiendo y sintiendo en sus corazones que ya no estaban solos, que los besos de amor los atraían, que los problemas no estaban extintos de sus vidas, que millones de hechiceras rondaban ese oscuro mundo sin mas poder que el que ellos quisieran otorgarles.
Los cuentos de hadas terminan diciendo: y fueron felices para siempre, este es mas real, el mundo frió y contaminado es nuestro propio mundo, las hechiceras son todas las fuerzas emocionales que nos debilitan día tras día, los dioses son aquellos reales o irreales que nos hacen tener fe y esperanza cuando se pierden las propias, la princesa y el príncipe son seres tan reales como todos los entes que caminan sin control por sus vidas, en el fondo todos somos lo que deseemos ser, y que antes de sentir y vivir rodeado de amor, se debe experimentar la amistad en toda su plenitud.
Estos príncipes aun no son felices, hay muchos caminos pedregosos por recorrer, quizás nunca lo sean completamente como dice en los cuentos de hadas, pero tienen la esperanza mutua y la fe suficiente para mirar este mundo con colores abundantes, y entienden que la amistad deposito en sus corazones la mutua necesidad de creer y saber, que el amor existe quizás en el rincón mas empobrecido, o sobre la riqueza mas abultada, y que solo hay que mirar con los ojos de la verdad, aquella que cura heridas, aquella que da sentido, aquella que nunca dejara de ser mas importante y mejor, para rescatar un alma de los hechizos mas extraños.
Esa tarde la princesa en su corcel cruzara con su corazón acelerado por llegar a los brazos de su príncipe, el ansioso de tomarla entre sus brazos, para continuar fortaleciendo la amistad, para continuar alimentando el amor, para sentir que existe un ser no idéntico, pero si que sabe comunicarse, que las metas comunes se empiezan a forma con tiempo, y que después de construir las primeras barreras contra las tormentas, mutuamente se ofrecen la lealtad mas absoluta, para proteger la felicidad de quien la merece, los seres que creen y buscan el amor…
Y SERAN TAN FELICES COMO LOGREN SERLO, POR QUE AMBOS SON LOS UNICOS RESPONSABLES DE SU FELICIDAD.
SOLO PUEDES DAR FELICIDAD, SI LA TIENES, NADIE DA DE LO QUE NO TIENE
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