martes, 8 de abril de 2008

Rosas y pan


Concurso de las paginas amarillas. 2008

Rubén Darío pinto su poesía de azul, y de hay la difumo en azul cielo, azul metálico, azul pálido, azul calido, todo derivado del azul, me lo enseño un hombre llamado Alberto que se detuvo un día y vio tristeza en mi corazón, el tenia dos colores importantes, el azul y el amarillo, como acostumbraba contar mientras ofrecía una taza de café al lado de su escritorio en el departamento de compras, decía de un sabio relato que a un anciano le dieron dos monedas, con una compro un pan y con la otra una rosa, al preguntarle porque no había comprado solo pan, el dijo que el pan era para mantenerlo vivo, y la rosa para saber porque vivía.

Su escritorio estaba lleno de catálogos y vivía conectado con sus proveedores desde su PC y el teléfono, podía conseguir cuanto le solicitáramos, mantenía a un costado de la pantalla tres tarjeteros repletos y su inseparable paginas amarillas de donde saco a cada uno de sus proveedores, era la botica de las soluciones.

Me contaba de lo practico que era tenerla como apoyo, en esas paginas saco lo mejor para vivir y saber porque lo hacia, muchos reconocíamos su habilidad poética, pero también su gestión en compras, que ayudaba a agilizar los trabajos en el Túnel San Cristóbal, su libro amarillo le dio la versatilidad de ser rápido gestionador, todo lo que no existía en su conocimiento, era encontrado en el libro de las soluciones y oportunidades, la misma que soñaba encontrar en las 143 editoriales que aparecían publicadas, el aseguraba que el hombre no vive de la poesía, “excepto Neruda”, así que estaba dispuesto a conseguir inmortalizar los mas bellos versos y no descansar hasta escribirlos y publicarlos.

Santiago estaba sumergido en un giro demasiado acelerado, incapaz de decirnos el porque de tanta prisa, alzas de combustible, pan, carne, energía, todo en una espiral ascendente, mientras los sueldos se mantenían en completa pasividad, así encontró otra utilidad a su libro amarillo, las oportunidades de estudiar con créditos de empresa y ver soluciones no solo para su mundo laboral, sino que también para su mundo privado, gestión de compras, gestión de recursos, gestión de ahorro, gestión de gastos, gestión, gestión, gestión, todo en continuo movimiento para no perder el horizonte manteniendo una vida ordenada dentro de las posibilidades que existían, el amarillo le dio maneras de distribuir el trozo de pan, mientras el seguía escribiendo poesía, para almacenar muchas rosas entre palabras.

Ese hombre practico, tenia algo que le hacia brillar por encima de otros, y era que sus sueños eran tan poderosos, que los reflejaba.

Fue extraño cuando lo despidieron, nunca mas supe de el, aun busco en las amarillas esas rosas que me enseño a reconocer con ese poema que escribió para mi mujer, el día que nuestra familia estuvo a punto de desvanecerse, y saco de mi corazón las palabras que mis labios no fueron capaces de construir, y lloramos con mi esposa, mientras ella leía ese poema regalado, haciéndonos recordar porque nos habíamos casado.

Cada cierto tiempo ingreso a la pagina http://amarilas.cl, para detenerme a buscar ese pan que nos enseña porque vivir, fue así como descubrí variadas florerías, restaurantes y hoteles para escaparme con mi mujer y seguir manteniendo viva la pasión, me gustaría que la vieran como volvieron a brillar sus ojos, y todo gracias a ese alimento que aprendí a reconocer de ese hombre, con ellos no se construyen castillos, pero los mantienen en pie.